EL EJEMPLO DE HUGO CASTEJÓN
Por culpa de gente como ésta estamos
dónde estamos…. Su nombre es Hugo Castejón
Fernández-Trujillo. Aparte de personaje de la farándula (debido a su relación con la
cantante), este tipo es asesor personal de la Consejera de Educación y Empleo, Doña Lucía Figar
de Lacalle.
Economista del Estado, llegó a la
Consejería de Educación después de un paso fugaz
por el Cuerpo Diplomático, al
parecer...
Fue nombrado en un primer momento
Subdirector General de Evaluación y Análisis,
gracias a su amistad personal con Doña
Lucía, Consejera de Educación (ahora de
Educación y Empleo) de la Comunidad de
Madrid, la misma que está subiendo las tasas
de las Escuelas Infantiles, subiendo
las horas lectivas de los profesores de Secundaria,
despidiendo a profesores interinos,
etc.
Como amigo personal de la Consejera,
este buen señor tenía todo lo que pedía. Le
pusieron un despacho más grande que el
de un ministro, con vistas a la Gran Vía y con
dos secretarias personales, que se
dedicaban a organizarle la agenda, reservarle mesas
en restaurantes cuando quedaba con sus
amigos, etc. Como no le gustaba el despacho
que le habían asignado, pidió muebles
nuevecitos, incluida una neverita personal
en su despacho, una mesa de juntas
enorme y todo tipo de lujos. Entre otras cosas,
como la amplitud de su despacho no le
parecía la adecuada, modificó la estructura del
edificio y movió un muro. Pero el
hombre debía ser indeciso, además de caprichoso,
porque no le acababa nunca de parecer
bien dónde estaba el muro, así que lo volvió a
cambiar otras dos veces de sitio. Los
obreros lo flipaban con él, pero bueno, qué más
daba… Total, derribar y volver a
construir el muro sólo costaba 8.000 euros de nada…
Corría el año 2008 y aún no se
hablaba oficialmente de crisis, sino de desaceleración
económica, y este tipo se puso tarima
flotante en el despacho, muebles de lujo y
muritos a su antojo, gastándose sólo
en muritos 24.000 euros, es decir, más de lo que
gana un Auxiliar Administrativo en todo
un año, euros que, por supuesto, salieron
del bolsillo de todos los madrileños,
pues todo fue a cuenta del presupuesto de la
Comunidad de Madrid, la que ahora dice
que no tiene dinero. No se le podía negar
ningún capricho al amiguito de la
Consejera…
En la Subdirección General de
Evaluación y Análisis estuvo cerca de dos años, en
los que tuvo ciertos roces con sus
empleados cuando un día les obligó a quedarse a
trabajar hasta la 1 de la madrugada,
porque estaban preparando un documento que al
día siguiente tenía que usar la
Consejera en el Consejo de Gobierno, y en la posterior
rueda de prensa relativa al inicio del
curso correspondiente (luego dicen que no curran
los funcionarios…). Durante este
tiempo, el tipo entraba y salía del despacho cuando
quería. No salía llegar nunca antes
de las 10 y media u 11 de la mañana y casi siempre
se iba antes de las 3 de la tarde.
Entonces los Subdirectores no fichaban. Luego sí, pero
al parecer sus costumbres no cambiaron
mucho. En ausencia del Director General, se
firmaba partes justificativos de sus
ausencias a sí mismo.
Un buen día cambió la estructura de
la Consejería y el bueno de Hugo se fue a su
flamante nueva Subdirección de
Enseñanzas Artísticas Superiores, creada “ad hoc”
por su amiga Lucía. En Evaluación y
Análisis debía tener mucho jaleo y era mejor una
Subdirección más pequeñita, donde no
tuviera tanto estrés. Fue ésta la época en que
empezó a salir con Marta Sánchez y,
claro, el guaperas de moda no podía tener el
despacho pequeñito que le habían
asignado, ni podía estar atado a horarios… Todo el
mundo sabe que el mundo de la farándula
y la canción obliga a trasnochar…
Así que Hugo se remodeló el despacho
otra vez con cargo al presupuesto de la
Comunidad de Madrid (entonces ya sí se
hablaba de crisis), y se pasaba por la
Consejería a media mañana para ver
cómo iban los temas, luego salía a comer y ya
volvía a última hora de la tarde.
¿Para qué más? Después de un tiempo así, en el que al
tipo en cuestión se le veía más en
las revistas del corazón que en su puesto de trabajo
(por el que cobraba cerca de 60.000
euros al año), al Secretario General Técnico se
le debió agotar la paciencia y le
cesó, pero, claro, Hugo es “uno de los nuestros”,
quiero decir, uno de los suyos,
militante del PP, activista de FAES, niño bien, famoso y
amigo personal de la Consejera. ¿Le
iban a echar a la calle? Eso no se podía consentir…
Ningún problema… Ahora mismo es
Asesor Personal de la Consejera de Educación y
cobra un poquito más de lo que
cobraba, y según dicen, sigue sin vérsele mucho por su
puesto de trabajo…
Este tipo, que ha dilapidado fondos
públicos en obras faraónicas e inútiles, por
puro capricho personal, al que se le ha
buscado acomodo por enchufismo, que ha
demostrado su ineficacia e
incompetencia en todos los sitios en los que ha estado
(salvo quizá con Marta Sánchez…, no
sé, habría que preguntarle a ella), ahora participa
en tertulias como experto Economista
del Estado en el Canal 13 TV Madrid y se
atreve a aconsejarnos a todos los
ciudadanos y a darnos lecciones. Nos explica que
el Gobierno de Esperanza Aguirre y, por
supuesto, el de Rajoy, tienen que ahorrar,
nos dice que hay que aplicar austeridad
al gasto público, reducir todo lo superfluo,
bajar los sueldos de los empleados
públicos y, por supuesto, controlar su absentismo,
porque muchas veces se ausentan de su
trabajo con bajas fraudulentas…
¡Pero, madre mía, cómo se puede
tener tanta cara dura! Alguien que lleva años
viviendo a costa del erario público,
sin dar ni un palo al agua, que se ha justificado a sí
mismo las ausencias, para cumplir
formalmente con un horario que jamás ha cumplido
(cuando se trabajaban 35 horas
semanales; supongo que mucho menos ahora que
se trabajan 37 horas y media), alguien
cuyo único mérito es ser el “amiguísimo de…”
nos dice ahora que hay que apretarse el
cinturón, que tenemos que hacer sacrificios,
que es por el bien del país… Mejor
hubiera sido para el país que él no hubiera hecho
gastos inútiles, que se hubiera
dedicado a trabajar y no a su promoción y autobombo
personales.
Así va España, por culpa de Hugo
Castejón y gente como él nos estamos yendo a
la mierda… La Administración está
dirigida por chorizos y cara duras, politicuchos
de tres al cuarto que se enchufan los
unos a los tres en puestos cojonudos, que se
cubren entre sí y que sangran a los
ciudadanos a través de impuestos, mientras que
a los honrados trabajadores de la
Administración, la gente que hemos aprobado
una oposición y tenemos vocación de
servicio público, que estamos aquí a través de
nuestro esfuerzo y sin deber favores a
nadie, cada vez tenemos que trabajar más por
menos, cada vez perdemos más derechos
laborales y tenemos menos sueldo… Ellos
son la lacra de este país, ellos son
el mal que hay que extirpar, ellos son quienes tienen
que marcharse y dejarnos a los
funcionarios y a los trabajadores honrados trabajar y
vivir, sin tener que llevarles a ellos
a cuestas.
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