Los peajes de las autopistas financian el partido de Jordi Pujolby maestroviejo |
La concesionaria Abertis, a l
a velocidad del rayo, ha contestado a la plataformanovullpagar, que se opone a que continúe hasta la eternidad los peajes en las autopistas catalanas, una vez que ha presentado denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia. Ver La concesionaria de las autopistas catalanas en manos de la fiscalía. La respuesta de Abertis es escueta, declara que el decreto que regulaba las condiciones de la concesión está derogado desde 1998, y además, añaden que mientras estuvo vigente lo cumplieron al pie de la letra. Mentira, simplemente mentira, entre la documentación remitida a la fiscalía pornovullpagar consta copia del Boletín Oficial del Estado que recoge el decreto 165/67 en el que explícitamente se manifiestan las condiciones inherentes a la concesión. Ver Las autopistas catalanas en manos de estafadores insaciables. En otras ocasiones, cuando se le ha requerido a La Caixa, mayoritaria en Autopistas Concesionaria Española S.A. (Acesa), sobre el incumplimiento de las condiciones de explotación de las autopistas, siempre afloró la misma canción “el decreto está obsoleto” como si fuera un yogur que se pasa en la nevera. La ley es otra cosa está vigente hasta que otra ley la deroga. El conglomerado La Caixa – CaixaBank, Abertis y Acesa se ha constituido en un supremo poder que ni sentencias del Tribunal Superior de Justicia y el Tribunal Supremo puede con este sindicato del crimen. Estos hampones han llegado a la cúspide de la depredación del sistema con el apoyo y consentimiento de quienes nos gobiernan y se llenan la boca que todo lo hacen por nuestro bien. Si Abertis realmente tuviera constancia de que el decreto estaba derogado, tal como manifiesta, tan solo debía aportar referencia por la ley que cambió o modificó las condiciones de explotación. No somos tan imbéciles como para no entender que una ley esta vigente hasta que otra la deroga. Señores de Abertis: ¿Qué ley derogó el decreto 165/67? Con su concreción estaríamos al cabo de la calle y la polémica se acaba.
Todavía queda otro matiz sobre la respuesta de Abertis que en su posición mayestática, como palabra de Dios, afirma que mientras estuvo en vigor cumplió las condiciones escrupulosamente. La Caixa se hizo con la concesión de Acesa en 1987 y de inmediato dejo de cumplir las condiciones inherentes a concesión. Hasta la fecha de 1998, cuando Abertis dice que el decreto esta derogado, pasaron 11 años. Los beneficios obtenidos durante ese periodo no han sido el 15% sobre el coste de la obra, no se han construido ni un solo kilómetro de autopista a cargo de los beneficios obtenidos, ni aparecen por el balance contable una aplicación correcta del fondo de reversión. Todo este incumplimiento consta en el Registro Mercantil donde están depositadas las cuentas. No se trata de discrepancias sobre una partida contable, se trata de que Acesa en lugar de considerar que la explotación de la autopista es una concesión administrativa, sus administradores, y toda la cadena política que les acompaña en esta procesión de vaciar los bolsillos de una población indefensa, han tomado la autopista como suya. En las Memorias de Abertis y en su web se refieren como “nuestras autopistas”, no extraña esta aseveración cuando de facto actúa como propietario. Para no repetir la mangancia superlativa de que hemos sido victimas insisto en revisar en la categoría: La insaciable autopista los dos artículos citados anteriormente. Para zanjar que Abertis miente tan solo hay que ir a las últimas páginas de la Sentencia del Tribunal Supremo del 23 de Junio de 2003 que trata sobre el recurso 2353/1996 interpuesto por Acesa. Aquí, a continuación sólo dos párrafos de esta Sentencia Ver en pdf en La concesionaria de las autopistas catalanas en manos de la fiscalía
Extraído de Fundamentos de Derecho, un párrafo del Décimo: “En cualquier caso, que estamos ante una obligación cuyo incumplimiento activará los mecanismos previstos para tal hipótesis nos lo confirma nuevamente la propia ACESA. En efecto, en el convenio suscrito por ella misma con la Administración General del Estado y con la Generalidad de Cataluña, ese convenio aprobado por el Real Decreto 2346/1998, que ACESA ha invocado en apoyo de sus pretensiones, en su cláusula quinta, apartado segundo, afirma que el artículo 7 del Decreto 165/1967 contiene una obligación. Lo que nos resulta suficiente para desestimar este motivo.”
Así por esta nuestra sentencia, que deberá insertarse por el Consejo General del Poder Judicial en la publicación oficial de jurisprudencia de este Tribunal Supremo, definitivamente juzgando,, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.” Como diría el conejo de la Warner Bros. “Eso es todo amigos”
Hecho este alto en el camino vuelvo con lo que me traía entre manos: explicar la corrupción que instalada, como una bóveda encima de nuestras cabezas, es dañina y parasitaria. No hay duda, a toro pasado, que entre unos y otros han llevado el país a hacer puñetas. La financiación ilegal de los partidos políticos no es más que un eufemismo que trata de maquillar que son sobornos, muchos de ellos a gran escala, y todos constituyen un robo a la ciudadanía que paga tres veces por lo mismo y con este cuento los nacionalistas –los otros partidos se supone que también- con 23 años de una tacada en el poder de la Generalitat, sin contar los de la etapa del presidente Mas, han tenido tiempo suficiente de establecer relaciones con sus sobornadores. Para aclararnos se hace necesario llamar a las cosas por su nombre. El oasis catalán, el equivalente que aquí no pasa nada es una falacia que con disimulo ha corrido legislatura tras legislatura. Unos sumisos medios de comunicación han puesto de manifiesto que lo importante no es lo que se publica sino lo que deja de publicarse. Cada uno se lleva lo suyo, hay paz y armonía y todos acaban contentos hasta que un día el encantador cuento se acaba. A la ciudadanía se le hincan los “pabrots” y la bola de la mentira empieza a correr cuesta abajo, veremos quien es el guapo que le pone freno. Para echar mano a la caja, los que están en el poder, tienen su método que resulta infalible y prueba de la acertada rapiña se aplica una y otra vez. Para vestir el muñeco se hace necesario dar un rodeo. La impunidad funciona pero así y todo se necesita una tapadera. Los más apropiados para financiar el partido son aquellos que se les otorga una concesión administrativa que tiene la voluntad, de ambas partes, de eternizarla por los siglos de los siglos. El concesionario es de fiar ya que forma parte del círculo estable de relaciones y circula por la vía del privilegio paralelo al empresariado considerado “de los nuestros”. Se puede decir que es preferente y está en las Antípodas del desconocido que nadie sabe como puede responder. Se trata de evitar que ese desconocido se presente en la sede del partido con un maletín, que le rebosan los billetes, y un jamón pata negra al hombro con una leyenda: “Con mis respetos al presidente”.
A través de Casinos de Catalunya, una sociedad del holding de Inverama, se fueron pagando facturas de la agencia de publicidad BBDO que llevaba las campañas electorales de CiU. Un listado completo de facturas pagadas a un montón de empresas entre las que se encontraba La Vanguardia. El diario independiente de los Godo resultaba que estaba en la lista de pago de favores del partido en el poder de la Generalitat de Catalunya. A La Vanguardia le llegaron millones de pesetas de un total de 3.000 millones que el concesionario del juego repartió a las órdenes de Lluís Prenafeta, el secretario de la presidencia instalado en el Palau de la Generalitat procurando el bien del partido. Todos fueron felices hasta que el asunto se destapó por aquellas casualidades de la vida. Para aquellos que estén habidos por saber en que mundo vivimos, al pie de este post hay en pdf un capítulo: La financiación ilegal del partido, del libro Las mil caras de Jordi Pujol (Josep Manuel Novoa y Jaume Reixach /2003) para los demás dejo aquí unas líneas para que cada uno puede evaluar que el oasis catalán oculta a la sombra de las palmeras lo no explicado:
Los fondos públicos volvieron a ser la medicina que curó todos los males convergentes. El doctor Pujol solo prescribe una receta, con la milagrosa medicina del curalotodo. El mecenazgo de la banca tendría su rentabilidad y cobraría hasta la última peseta, (se refiere al descalabró económico que sufrió el subsidiario partido PRD liderado por Miquel Roca) pero no por la vía directa de depositar en sus entidades el dinero constante y sonante. El sistema seria otro, indirecto, a través de sus empresas participadas. Ejemplos no faltan. Al Banco Hispano Americano se le conoce su cobro por medio de la empresa constructora Ferrovial, que fue adjudicada la construcción y explotación de la autopista Terrassa-Manresa, por decisión personal y directa de Pujol, a pesar de que el proyecto presentado a última hora por Ferrovial estaba inacabado, no cumplía con los requisitos de la adjudicación, y, en definitiva, no podía competir con las otras ofertas, por lo que ya estaba descartado por los técnicos. Pero Pujol lo resucito. Hizo una llamada telefónica justo en el momento que la comisión estaba decidiendo la adjudicación, y por imperativo divino no hubo mas que discutir. Fue el mismo Pujol quien el 20 de junio de 1989 inauguraba con todo el boato correspondiente este tramo de autopista de tan solo 33,5 kilómetros y que costaba 360 pesetas de la época todo un dineral.
E1 beneficio extraordinario de la concesión de la autopista superaba con creces la inversión de toda la banca que había otorgado créditos al Partido Reformista y por derivación a CiU, Roca y compañía. Como en los cuentos infantiles, todos acabaron contentos y comieron perdices, pero en este caso hasta la indigestión. Fueron los sufridos usuarios del tramo de autopista los que acabaron pagando los platos rotos de los convergentes, a los mismos que Pujol arenga de patriotismo dominguero en la defensa de la tierra. A partir de 1987, las empresas concesionarias y constructoras multiplicaron sus ofertas para construir autopistas de peaje en Catalunya, en vistas de lo acontecido entre Pujol y Ferrovial. Vale la pena dejar aquí un dato reservado de lo ya expuesto en el capitulo sexto cuando nos referimos al escándalo al por mayor de la política de autopistas en Catalunya: hay varios tramos que los usuarios con sus monedas han llegado a pagar hasta 16 veces el valor de la obra. Parece claro que este pagar de mas se lo reparten alegremente los patricios convergentes y los capitostes de la gran banca. En este caso podríamos decir que el oasis catalán funciona a toda pastilla y va sobre ruedas.
He marcado en negrita (1987 el libro no lo tiene) ya que este es el año de la explosión. Cuando los demás tiburones se percataron de que Pujol utilizaba el peaje de las autopistas para zanjar asuntos de partido entendieron que se había abierto la veda. Fue entonces La Caixa que de un bocado se llevó Acesa y sus concesiones. También he marcado Ferrovial puesto que aparece en otra de las variantes para encubrir los sobornos: la filantropía que incluso desgrava fiscalmente. En este teatrillo el sobornador viene disfrazado de mecenas ¿Qué hay de malo que grandes empresas aporten fondos destinados a instituciones culturales? Ningún mal, pero este teatro tiene unos sigilosos entre bastidores donde recatadamente se representa otra función. El Palau de la Música representa la institución cultural, Félix Millet el cómplice necesario que se queda con un parte del dinero y pasa la donación a una Fundación de Convergencia: Catdem –antes Trías Fargas- y el sobornante Ferrovial en el papel de hada madrina que cuando es pillado manifiesta que tan sólo pasaba por ahí atraído por los cánticos del coro y la música embriagadora. Siempre el mismo rollo: no hay perjudicados y tampoco existe el delito electoral y así hemos ido tirando hasta ahora. Cuando el río suena agua lleva. Cuando saltó a escena el saqueo que Félix Millet se llevaba, la cúpula convergente rápidamente confeso un pecado venial que desde el Palau de la Música le llegaban millones pero todo era legal “tenían un convenio” y esto purificaba el transito de dinero a la fundación Convergente. La cúpula, de los de todo por la patria, debía de tener mala conciencia, sin nadie pedirlo, se comprometió a devolver a plazos el dinero recibido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario