lunes, 19 de agosto de 2013

Sobre monos y monas


Los chimpancés hablan, mienten y hacen poesías con el lenguaje de los signos.

by maestroviejo
Algunos Chimpancés median para poner paz cuando otros discuten. También pueden comunicarse con el lenguaje de signos, mentir y hacer poesía.
 
El matrimonio estadounidense Deborah y Roger S. Fouts ha dedicado su vida a combatir la idea de que el lenguaje es el "último bastión" de la singularidad humana y el resultado ha sido más de 40 años de trabajo con unos chimpancés que no sólo han aprendido a comunicarse con el lenguaje de signos, sino a mentir y hacer poesía.
 
Esta pareja de psicólogos comparativos, del Instituto de Comunicación entre Humanos y Chimpancés de la Central Washington University, se jubilará el próximo verano sabiendo que han cumplido su misión y que han podido "cerrar la boca" a muchos científicos -entre ellos al lingüista Noam Chomsky- que durante décadas negaban esta posibilidad comunicativa, explican en una entrevista a Efe.
 
Los Fouts fueron continuadores de los trabajos iniciados en los sesenta por otro matrimonio -los también psicólogos Allen y Beatrice Gardner- a quienes la NASA cedió la chimpancé Washoe después de que la agencia espacial abandonó su investigación con "chimponautas".
 
Washoe fue introducida en un ambiente humano donde sólo se hablaba el lenguaje de sordomudos, una vía muy diferente a la de equipos que, décadas antes, habían intentado enseñar lenguaje oral a una chimpancé que en seis años sólo pudo pronunciar, y no claramente, cuatro palabras: "mamá", "papá", "taza" y "arriba", explica Roger simulando los sonidos que salieron de la boca de la primate.
 
Los Gardner y su equipo, donde Roger era becario, creían que la vocalización de los chimpancés era involuntaria, como el sonido que hace un humano si se golpea el dedo con un martillo. Apostaron por aprovechar el movimiento natural de sus manos (como utilizan los ejemplares salvajes, con dialectos propios) y decidieron criar a Washoe como una niña sorda, con el lenguaje de signos de EE.UU.
 
La primate aprendió más de un centenar de signos viendo como se comunicaba el equipo, y así podía pedir comida o que le rascasen, o expresar conceptos complicados como "estoy triste" o pedir perdón.
 
Pero la vida doméstica con Washoe se hizo complicada. Cuando los Gardner decidieron cederla a un centro de Oklahoma, Roger no quiso dejarla sola en aquel laboratorio -donde iba a pasarlo mal en jaulas junto a unos congéneres a los que llamaba "bichos negros"- y logró que la trasladaran con él a Washington para seguir investigando, hasta la muerte de la chimpancé en 2007.
 
En todos estos años, el matrimonio de investigadores, que ha pasado por Barcelona invitado por CosmoCaixa y la Fundación Mona, pudo ver cómo Washoe trasladó el lenguaje a su "familia", Tatu, Dar y Loulis -una cría adoptada que aprendió los signos sin intervención humana- hasta niveles sorprendentes: llegaban a hablar ellos solos mientras "leían" una revista, ya que son capaces de poner nombre a lo que ven en las fotos (bebida, comida, helado, zapatos...).
 
"Hablan como una familia; si unos discuten, se intenta poner paz; cuando Loulis le quitaba una revista a Washoe, ella le maldecía y le decía sucio", explica Deborah, que indica que los primates también saben utilizar los signos para mentir.
 
Así se ve en una grabación en la que Dar hizo creer a Washoe que Loulis le había pegado y se tiró al suelo señalándole y pidiendo con signos a su madre un "abrazo", que además acabó regañando al supuesto agresor, una infantil malicia típica de Bart Simpson o de un delantero en el área pequeña.
 
Más sorprendente si cabe fue otra grabación en la que uno de los chimpancés repetía "llorar, llorar; rojo, rojo; silencio, silencio; divertido, divertido", un enigma para el equipo hasta que un amigo poeta de la pareja apuntó que los signos de estas palabras eran similares y que se trataba de una aliteración de la lengua de signos, ¡¡una composición poética!!. "Hay evidencias de que son capaces de aprender los signos, de ordenarlos y conversar, tienen una sintaxis, incluso son capaces de inventar y transmitirlos", remarca Roger Fouts.
 
Aunque se jubilarán de su trabajo en la universidad para dedicarse a sus cinco nietos a los que ven poco, reconocen que seguirán yendo a ver a sus otros "nietos" chimpancé."No podemos decirles que tenemos 68 años y nos jubilamos; iremos a verles aunque ya no cada día", adelantan.
 
Los Fouts están satisfechos de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y confían en que se extienda al resto de España.
 
"Con nuestros compañeros animales hemos tenido una relación de explotación, los hemos tratado como esclavos; ahora, aunque poco a poco, al menos estamos pasando al camino de compasión", afirma esperanzado el científico, crítico con el trato que aún se da a los chimpancés en muchos laboratorios de EE.UU.
 
La pareja lamenta que la difusión de sus sorprendentes investigaciones no hayan servido para detener el maltrato a estos primates, pero confían en que éstas lleguen a las escuelas y que provoquen un cambio de actitud en las nuevas generaciones.
 
Fuente: webislam

sobre el cacao........y el chocolate

El chocolate y toda su elaboración

Mas tentaciones!!
Este es el fruto del cacao´´ similar a un coco´´- que al partirse contiene las semillas del cacao.
El cacao es de origen Africa ... elaboran allí los chocolates, tuestan las semillas y lo trituran .
Las bolsas de cacao se exportan a varios países como objetivo para elaborar en la alta cocina -repostera etc .

Apto para todos los amantes del chocolate
Algunas escenas del film ...

Interesante nota del chocolate !!

La producción y el cultivo del cacao
El cacao ( "theobroma cacao") es una planta nativa de América Tropical, con su centro de origen situado al noreste de Sudamérica, en los bosques ecuatoriales de la región amazónica. Perteneciente a la familia de las esterculiáceas, cuya característica es la primera de producir sus flores y, por consiguiente, sus frutos, en el tallo y las ramas.
Theobroma quiere decir : "alimento de los dioses", por las propiedades divinas que los indígenas atribuían a esta poderosa planta !.

Producción

El cacao se cultiva principalmente en Africa del Oeste, América Central y Sud América y Asia.
Brazil, Nigeria, Camerún, Malasia, Ecuador, Ghana, Indonesia.Según la producción anual los ocho países principales productores en el mundo son . Estos países representan el 90% de la producción mundial.
El cacao se recoge, y comienza el cuidadoso proceso de fermentación donde las características de sabor, color y olor son cuidadosamente preparadas. La fermentación es un proceso bioquímico en donde se desarrollan, mediante reacciones enzimáticas, los precursores de sabor y olor característicos del cacao. Estos elementos son analizados de forma técnica en los laboratorios de recepción de materias primas.

Se realiza el proceso de la producción de acuerdo con los siguientes pasos: Limpieza donde se suprimen materiales extraños al cacao. Tueste: Proceso mediante el cual se da punto final al desarrollo de sabor, color, aroma del cacao, completando las reacciones con los precursores de sabor que se dan en la fermentación. La semilla de cacao, parte interna del grano de cacao, tostado tiene todas las características de un chocolate. Proceso físico : - se separa la cáscara de la semilla - ej: similar a la cabeza de ajo. Molido: En este proceso, la semilla de cacao se reduce a un tamaño de partícula, rompiendo la pared celular de la semilla, liberándose la manteca de -cacao y dando lugar a un fluido - por el cual se conoce como licor de cacao. Este licor de cacao se usa para diferentes usos: - Como producto terminado: En la presentación del chocolate amargo. - Como producto para usos industriales: En la presentación de licor de cacao refinado. - Como producto semielaborado: Para la obtención de manteca de cacao y cacao (cacao en polvo desengrasado) y para la fabricación de chocolates y coberturas de chocolate como una materia prima. A partir del licor de cacao se abren los procesos de producción de todos y cada uno de los productos de chocolate.Cuando se fabrica el chocolate amargo, se parte la masa de cacao, se moldea, se enfría, se desmolda y se empaca. En algunos casos, se le agregan especias como el clavo o la canela. Para la fabricación de los chocolates con azúcar, a la masa de cacao se la agrega azúcar y esencias antes de moldear.

Sobre el tiempo...y la falta de él....

Saltos en el Tiempo:Una Excursion al Pasado

by maestroviejo
La experiencia que vivieron dos inglesas durante una visita a Versalles en verano de 1901 fue discutida durante muchos años. Las señoritas Moberley y Jourdain afirmaban haber retrocedido al siglo XVIII, en plena época de María Antonieta.
  
 
Cuando las señoritas Moberley y Jourdain visitaron el palacio de Versalles el 10 de agosto de 1901, todo parecía normal, al principio. Después de visitar la Galería de los Espejos atravesaron el parque, buscando el Pequeño Trianón (en la foto), la mansión aislada que había pertenecido a María Antonieta. Fue entonces cuando se encontraron en lo que parecía otra época 
En una cálida tarde de agosto de 1901, dos maestras de mediana edad, las señoritas Anne Moberley yEleanor Jourdain, decidieron aprovechar susvacaciones en París para visitar el palacio de Versalles, que ninguna de las dos conocía. Ambas se interesaban por la historia y poseían cierto nivel cultural, ya que la señorita Moberley era directora del Instituto St Hugh, y la señorita Jourdain, de una escuela de niñas en Watford. Ninguna de las dos tendía a ser crédula ni neurótica.
Después de recorrer el palacio se sentaron a descansar en la Galería de los Espejos. Las ventanas abiertas y el aroma de las flores las incitaron a volver a salir, esa vez en dirección al Pequeño Trianón, el palacete que Luis XV construyó en los terrenos de Versalles, y que su sucesor, Luis XVI, regaló a la reina María Antonieta. Llegaron a un lago alargado, a cuya derecha había un bosquecillo con un claro, y después a otro estanque, junto al cual se levantaba el Gran Trianón, palacio construido por Luis XIV. Lo dejaron a su izquierda y llegaron hasta un sendero cubierto de hierba.
No estaban seguras del camino y, en vez de bajar por el sendero, que llevaba directamente al Pequeño Trianón, lo cruzaron y siguieron por un sendero lateral. La señorita Moberley vio a una mujer asomada a la ventana de un edificio que había en un recodo del sendero; sacudía una tela blanca. La inglesa se sorprendió al ver que su amiga no se detenía a preguntarle el camino. Después se enteró de que la señorita Jourdain no lo hizo porque no había visto ni a la mujer ni el edificio.
A esas alturas, las dos mujeres no tenían conciencia de que sucediera algo extraño, y conversaban animadamente sobre temas que no tenían nada que ver. Doblaron a la derecha, pasaron junto a unos edificios y distinguieron el final de una escalera tallada al otro lado de un portal abierto. No se detuvieron, sino que tomaron el sendero central de los tres que había delante de ellas; la única razón para que lo hicieran fue la presencia de dos hombres que parecían estar trabajando allí, con una especie de carretilla y una pala puntiaguda. Parecían jardineros, aunque las mujeres pensaron que vestían de forma rara; llevaban largas chaquetas gris verdoso y tricornios. Los hombres les dijeron que siguieran en línea recta y las amigas continuaron como antes, absortas en su conversación.

Irrupción Del Pasado

Las señoritas Anne Moberley  y Eleanor Jourdain. Decididas a descubrir qué había detrás de su experiencia, las dos visitaron repetidamente el Pequeño Trianón, pero descubrieron que los jardines habían cambiando mucho desde su primera visita.
Fue más o menos entonces cuando las dos mujeres comenzaron a sentir una cierta opresión (de forma independiente; no comentaron el hecho en aquel momento); observaron que su entorno era curiosamente llano, y ambas tuvieron la sensación de que el paisaje se había vuelto bidimensional. Esas sensaciones se hicieron abrumadoras cuando se acercaron a «un pequeño kiosco de jardín, circular, como un kiosco de música; junto a él se sentaba un hombre». A ninguna de las dos le gustó el aspecto del hombre; su rostro era oscuro y repulsivo. Notaron que llevaba una capa y un sombrero al estilo español. Aunque no se sentían muy seguras de su camino, por nada del mundo le hubiesen dirigido la palabra al hombre del kiosco.
Sintieron alivio al escuchar pasos que se acercaban aprisa detrás de ellas pero, cuando se volvieron, el sendero estaba vacío. Con todo, la señorita Moberley vio a otra persona que apareció súbitamente. Parecía «sin duda, un caballero... alto, con grandes ojos oscuros... cabellos negros rizados». Él también llevaba capa y sombrero español y parecía nervioso cuando les indicó dónde estaba la casa. Les sonrió de una forma que les pareció peculiar pero, cuando se volvieron para darle las gracias, había desaparecido. Volvieron a escuchar el ruido de alguien que corría, aparentemente muy cerca de ellas, pero no vieron a nadie.
Cruzaron un puentecito sobre un barranco en miniatura, miraron la cascada que caía junto a él y, finalmente, llegaron a «una mansión campestre pequeña, cuadrada y sólidamente construida», con una terraza que daba al norte y al oeste. La señorita Moberley vio a una dama sentada en el césped, de espaldas a la terraza, que parecía estar haciendo un dibujo. La dama las miró fijamente cuando pasaron junto a ella. La señorita Moberley comentó que, aunque era bastante bonita, ya no era joven, y no le pareció atractiva. Esto no le impidió observar el vestido que llevaba, de una tela ligera y escotado. Sus abundantes cabellos rubios estaban cubiertos por un gran sombrero blanco.
Las dos inglesas pasaron junto a ella en silencio y subieron a la terraza; la señorita Moberley se sentía como si estuviera andando en sueños. Entonces volvió a ver a la dama, esta vez de espaldas, y sintió alivio porque la señorita Jourdain no le había preguntado si podían entrar en la casa. En realidad, la señorita Jourdain no la había visto.
Estaban ya en el ángulo suroeste de la terraza. Cuando se volvieron, vieron una segunda casa de la que salió un joven (con «aspecto de lacayo») quien les ofreció acompañarlas en la visita. Entonces se les unió una alegre boda y se sintieron de mejor humor.
Las dos señoritas no hablaron de estos acontecimientos durante la semana siguiente. Sólo cuando la señorita Moberley se puso a escribir su versión de los hechos y volvió a sentir una sensación de opresión, preguntó a su amiga: «¿No crees que el Pequeño Trianón está embrujado?» La señorita Jourdain pensaba lo mismo. Sólo entonces compararon las notas y supieron las diferencias existentes entre sus experiencias.
Ambas mujeres escribieron, tres meses después y por separado, sendos relatos completos de lo sucedido. Este lapso de tiempo fue uno de los factores que provocaron el escepticismo, de comentaristas posteriores: los recuerdos de un suceso, registrados al cabo de tres meses, eran menos exactos que si se redactaban de forma inmediata. Las maestras eran pues, sospechosas de «reconstrucción imaginativa».
Sin embargo, existían leyendas relacionadas con el Trianón que apoyaban su versión. Una amiga parisina de la señorita Jourdain le contó que gente de Versalles había visto a María Antonieta, un día de agosto, sentada en los jardines del Pequeño Trianón, con un vestido rosa y un gran sombrero de paja. El lugar, en su conjunto -las personas presentes y el tipo de diversiones- parecía, según dijo esta amiga, una reproducción exacta del fatídico 10 de agosto de 1792, día del saqueo de las Tullerías, de la fuga de la familia real a París y del encarcelamiento del rey y la reina en el Temple. Las dos señoritas se preguntaron si se habrían topado con algún recuerdo de la reina, proyectado por ella sobre el Trianón o retenido por el propio lugar. Desconcertadas por lo que habían encontrado, decidieron comparar los detalles de su experiencia con los hechos, y regresaron a Versalles.

Un Círculo De Influencia

Plano de parte del camino recorrido por las dos maestras inglesas durante su paseo del 10 de agosto de 1901, en las inmediaciones del «hameau». El esquema constituye un sector ampliado de un mapa dibujado por Richard Mique, arquitecto paisajista y jardinero de María Antonieta.
La señorita Jourdain volvió sola al Trianón en enero del año siguiente, y de nuevo sintió una cualidad alucinatoria en el lugar, derivada en parte de la atmósfera y en parte de lo sucedido anteriormente. Algunos detalles eran diferentes: el kiosco, por ejemplo, no parecía ser el mismo edificio, y al comienzo no sintió nada extraño. Sólo cuando atravesó el puente que conduce al Hameau (Aldea), donde la reina María Antonieta y sus amigos jugaban a los campesinos, sintió como si hubiese atravesado una línea, como si hubiese entrado en un círculo de influencia. Vio un carro que estaba siendo cargado de leña por dos peones que llevaban túnicas y capas con capucha. Volvió un momento la cabeza hacia el Hameau, y cuando miró nuevamente los dos hombres y el carro habían desaparecido.
Hubo otros incidentes: la visión de un hombre embozado moviéndose entre los árboles, el crujido de vestidos de seda, la sensación de estar rodeada por una multitud de seres invisibles, el sonido de una banda distante tocando música ligera; pero ninguna de esas sensaciones era comparable a los hechos de agosto de 1901.
Las dos amigas volvieron varias veces a Versalles, pero nunca revivieron su primera experiencia. Por el contrario, descubrieron que la disposición del jardín había cambiado mucho desde su primera visita. Algunos bosques habían desaparecido; ciertos senderos también; había edificios alterados; el kiosco había desparecido; el barranco, el puente y la cascada también. El Trianón del siglo XX tenía muy poca relación con el que habían visto la primera vez. Desconcertadas e intrigadas, las dos maestras emprendieron una investigación de la historia del Trianón de la reina María Antonieta.
Hay que tener en cuenta lo poco que se sabía en esa época de las experiencias retrocognitivas a gran escala. Como esta aventura fue especialmente compleja, la explicación más simple parecía ser que habían tenido una alucinación, que sus recuerdos eran inexactos o que estaban «adornando» su experiencia; también se habló mucho de que ninguna de las dos mujeres se apercibió en aquel momento de que estaba viendo cosas que no existían.
Las dos maestras se sentían lo suficientemente convencidas de la rareza de su experiencia como para querer comprobar los hechos, ya que en los años siguientes se tomaron el trabajo de investigar los detalles de la estructura original del Trianón, la disposición primitiva de los jardines y el nombre de su responsable, la clase de trabajadores que podía emplear la reina allí y los uniformes que podrían haber llevado. A la luz de los resultados, el sarcasmo de un periodista que dijo que habían visto a gente real en 1901, con ropas de 1901, no se sostiene. Los uniformes gris-verde y los tricornios no correspondían a funcionarios del Trianón de 1901, ya que «el verde era el color de la librea real, y ahora nadie lo lleva», según los resultados de la investigación de Moberley y Jourdain, publicada en las últimas ediciones de su libro An adventure (Una aventura). Las apariciones, ¿pudieron ser una mascarada?; la música fantasmal, ¿la de una orquesta real que tocaba fuera de la vista? Quizá, pero, ¿por qué había máscaras corriendo por bosques inexistentes y senderos desaparecidos en un cálido día de agosto de 1901? Se podrá objetar que Moberley y Jourdain se paseaban por ese mismo paisaje en ese momento, pero no corrían, ni iban disfrazadas. En cuanto a la música que oyó la señorita Jourdain en 1902, descubrió inmediatamente que ninguna banda había estado tocando esa tarde.

Una Ocurrencia Tardía

Proyecto para el trazado de los futuros jardines del Pequeño Trianón, realizado en 1774 por el jardinero jefe Antoine Richard. El círculo marca un kiosco de estilo achinado, parecido al que vieron las maestras, pero no existen pruebas de que llegara a ser construido alguna vez.
El kiosco que vieron se parecía algo a uno que había figurado en los planos originales del Trianón como una ruine -o sea, una locura decorativa-, pero no es seguro que fuera construido alguna vez. De hecho, el kiosco fue una fuente de dificultades para las dos maestras en sus esfuerzos por identificarlo con algún rasgo original del Trianón; vacilaron y modificaron sus opiniones. Les parecía que «tenía algo de chino». Un crítico francés, Léon Rey, que escribía en la Revue de Paris, lo identificó con un edificio llamado Jeu de Bague, que era de estilo vagamente oriental. Pero las dos inglesas no estuvieron de acuerdo y señalaron las discrepancias entre el kiosco del 10 de agosto -que, después de todo, ellas habían visto y Rey no- y el Jeu de Bague. Su referencia a «algo de chino» no fue hecha hasta 1909, lo que sugiere una ocurrencia tardía. Sin embargo existen datos de que, en 1774, el jardinero jefe de María Antonieta,Antoine Richard, había planeado la construcción de un kiosco pequeño, del tipo del que las dos maestras creyeron ver en 1901.
A medida que uno examina los «hechos» narrados por Moberley y Jourdain, y las acusaciones y contraacusaciones que se les hicieron a lo largo de los años (hasta los años cincuenta), su relato y su interpretación se vuelven cada vez más confusos. El hombre moreno que inspiró tanta aversión a las maestras fue «identificado» como el conde de Vaudreuil, quien desempeñó un siniestro papel en los últimos meses del reinado de María Antonieta, aunque otro crítico sugirió que la figura podía haber sido el anciano Luis XV. Apenas existe un detalle en la narración de las dos mujeres que después no haya sido contradicho o discutido por otra explicación, aún más improbable, de lo que habían visto originalmente.
Resultaría pesado reconstruir los pasos de las investigaciones que Moberley y Jourdain realizaron a lo largo de varios años, o discutir las muchas formas en que han sido interpretados los detalles de su aventura. Los críticos no sólo contradijeron a las maestras sino que se contradijeron entre sí, e hicieron los mayores esfuerzos por demostrar que las mujeres imaginaron lo que vieron, lo malinterpretaron, lo distorsionaron o lo desfiguraron: Sus investigaciones, según los críticos desfavorables, no fueron suficientemente cuidadosas ni estuvieron bien llevadas; ellas dejaron que investigaciones posteriores influyeran en el relato que hicieron de los hechos, y adoptaron a posteriori sus propias experiencias para que coincidieran con lo que habían descubierto. En otras palabras,(los críticos afirmaron que Moberley y Jourdain habían distorsionado sistemáticamente los libros para que coincidieran con suhistoria. Las dos damas, cuya inteligencia parece haber sido tan aguda como la de sus críticos, fueron condenadas como una pareja de solteronas crédulas, cuyas cabezas estaban llenas de tonterías románticas acerca de la desventurada reina de Francia.
Sin embargo, ésta no es la impresión que se obtiene al leer los documentos Moberley-Jourdain. Las mujeres parecen equilibradas, sensatas y verdaderamente intrigadas por lo que les sucedió aquel día de agosto de 1901. Sus investigaciones posteriores fueron tan completas como permitieron la oportunidad y la disponibilidad de materiales, y aunque las dos mujeres fueron acusadas de alterar su relato original para adaptarlo a hechos revelados posteriormente, bien podría ser que no hubieran entendido lo que habían visto hasta que el descubrimiento de ciertos hechos lo aclaró. Desde luego, Moberley y Jourdain no conservaron un registro minucioso y un relato documentado de lo sucedido. Probablemente, nunca se les ocurrió que eso sería necesario para probar su veracidad.
No es posible juzgar qué sucedió realmente el 10 de agosto de 1901. Es probable que las maestras tropezaran con una alucinación a gran escala consecuente con las condiciones de un salto temporal retrocognitivo. El aspecto más interesante de la cuestión fue el constante intercambio, visual y verbal, que al parecer tuvo lugar entre las figuras del pasado y las del presente.
Tampoco fue única, en cuanto a la escala, la aventura de Versalles, ya que otras dos inglesas vivieron una experiencia similar en Dieppe 50 años después. ¿Será el aire de Francia, o su historia, lo que promueve esos fenómenos tan curiosos?

Sobre Democracias........que no lo son..


Noam Chomsky: “EEUU no es una democracia, sino una plutocracia”

by maestroviejo
“Estados Unidos no se comporta para nada como una democracia”, dijo el filósofo y lingüista estadounidense Noam Chomsky durante el Foro Mundial de Medios que cada año realiza la cadena alemana Deutsche Welle.
Chomsky opina que la mayoría de las políticas de EEUU contravienen el deseo de la mayoría del pueblo, y se remite al estudio de las actitudes sociales y la política que muestra una correlación entre ellos, informa el portal alternet.org.
“Aproximadamente el 70 por ciento de la población, el 70 por ciento que se encuentra en un nivel inferior en términos de riqueza/ingresos, no tiene ninguna influencia sobre la política”, dijo.
El crítico explica que a medida que algunos avanzan en la escala de riqueza/ingresos, obtienen un poco más de influencia en la política, de tal forma que, al llegar a la cima -explica- “una décima parte del uno por ciento obtienen básicamente lo que quieren, es decir, determinan la política“.
“Así que, el término apropiado para eso no es democracia, sino plutocracia”, concluye Chomsky.
Chomsky opina que en tales circunstancias las elecciones carecen cada vez más de sentido, ocurriendo en gran medida “como en los países del Tercer Mundo” que -dice- “se rigen por las instituciones financieras internacionales”.

Sobre el pasado.....sobre el futuro?

Ciencia Imposible

Hay algo que no está bien con la opinión general sobre la historia de la humanidad.
La percepción general de que los antiguos eran mucho atrasados se está desmoronando a medida que averiguamos más sobre ellos. Los científicos ya no pueden negar que las civilizaciones antiguas como los sumerios, los egipcios, los chinos y los mayas tenían extraordinarios conocimientos astronómicos.
Como se dijo anteriormente, una rama completamente nueva de la ciencia – arqueoastronomía – ha sido fundada sobre él.
Lo más sorprendente de todo es que parece que nuestros antepasados conocían el ciclo precesional de 25,920 años. En un capítulo posterior, vamos a revisar también la conciencia del cambio precesional de Tauro a Aries más de cuatro mil años atrás. Por ahora, hay que señalar que, en el siglo II A.C., Hiparco se refirió al “desplazamiento de la señal del solsticio y equinoccio” – una clara referencia a la precesión.
¿De dónde adquirió Hiparco sus conocimientos?
En sus escritos, él les da el crédito a varios mentores, especialmente los “astrónomos babilónicos de Errec, Borsippa y Babilonia”. Ahora sabemos que los antiguos babilonios, conocidos como los caldeos, eran de hecho muy avanzados en astronomía, pero a su vez adquirieron sus conocimientos de una civilización anterior.
Fue en Sumer – la primera civilización – que la astronomía comenzó, y en Sumeria que los diversos signos fueron atribuidos por primera vez a las doce casas del Zodíaco. Parece que esta primera astronomía surgió en una forma perfecta, justo en el comienzo de la civilización sumeria hace casi seis mil años.
Pero en vez de progresar, el nivel de conocimientos astronómicos disminuyó. Los estudios han demostrado que los babilonios, que le siguieron a los sumerios en Mesopotamia, utilizaban efemérides (listas de los movimientos planetarios) que eran menos precisos.
En algún lugar de las profundidades oscuras de la historia, este conocimiento entonces entró en un nuevo descenso. Tanto es así que, dos mil años después de la caída de Sumer, los griegos y los romanos de alguna manera desarrollaron la idea de una Tierra plana en el centro del universo. Era como si alguien estuviera jugando una broma, pero no es cosa de risa que este nuevo nivel de ignorancia dominó el pensamiento del establecimiento por alrededor de dos mil años.
Cuando Copérnico colocó al Sol en el centro del Sistema Solar, podría haber parecido, a la vez, una propuesta revolucionaria.
Pero Copérnico no fue el primero en identificar la verdadera imagen – sólo estaba redescubriendo lo que ya era conocido en la antigüedad. Es muy posible que Copérnico sacara directamente de las fuentes antiguas la información, pues no hay duda de que habían sobrevivido bolsas de conocimientos antiguos en la clandestinidad, dentro de las tradiciones secretas religiosas.
Por ejemplo, el siglo XIII, el Zo’har, una obra fundamental en la literatura de la mística judía conocida como la Cábala, afirmaba con toda claridad que la Tierra giraba alrededor de su propio eje:
La Tierra entera gira, dando vueltas como una esfera. Cuando una parte está hacia abajo, la otra parte está arriba. Cuando hay luz en una parte, es oscuro en la otra parte, cuando es de día para esta arte, es de noche para la otra. La fuente de la Zo’har fue el rabino Hamnuna del siglo tercero.
Otra antigua epopeya, el Vishnu Purana de la India, repitió su tradición de larga data de que “el Sol está siempre está en un solo lugar”, mientras que el Surya Siddhanta describe a la Tierra como “un globo en el espacio”
En el siglo VI A.C., Pitágoras enseñaba sus estudiantes que la Tierra era una esfera. En el siglo V A.C., el filósofo jónico Anaxágoras explicó que la Luna oscurecía al el Sol durante un eclipse, y que durante un eclipse lunar, la sombra de la Tierra caía en la Luna.
En el siglo III A.C., Aristarco de Samos deduce que la Tierra giraba alrededor del Sol y el geógrafo Eratóstenes utilizó geometría combinada con el conocimiento astronómico para calcular la circunferencia de la Tierra con un error de menos de 200 millas frente a la geografía moderna.
En China, durante el siglo II D.C., Chang Heng describe a la Tierra como un “huevo”, y explicó que su eje señala a la Estrella Polar. Y la lista sigue…
Estos sorprendentes ejemplos de la ciencia antigua se encuentran convenientemente barridos bajo la alfombra, porque para ellos, reconocerlos es plantear la inevitable pregunta de cómo estas personas podrían haber adquirido sus conocimientos y, en particular, cómo los sumerios pudieron haber tenido conocimiento astronómico de tal forma perfecta, sin evidencia de ningún período de evolución intelectual.
La misteriosa fuente de la astronomía sumeria plantea una serie de preguntas:
¿Quién podría haber trazado la Antártida antes de que estuviera cubierta de hielo?
¿Quién podría haber diseñado el increíble equipo de Antikythera?
¿Quién podría haber trazado un templo de Tiwanaku c. 4050 A.C.?
¿Quién tenía la experiencia para seleccionar la ubicación única de Stonehenge para construir un observatorio c. 3000 A.C.?
¿Quién diseñó las características astronómicas de Machu Picchu c. 2300 – 2100 BC?
Estos son sólo algunos de los misterios que la ciencia convencional no logra responder.
La pregunta de por qué es aún más interesante que la cuestión de “quién. ¿Por qué, por ejemplo, estaban los sumerios, y casi todas las culturas antiguas, obsesionados con un calendario que registraría de forma precisa el movimiento de la Tierra en los cielos?
Los sumerios no podrían haber necesitado un nivel sofisticado de astronomía con fines agrícolas. Por el contrario, la obsesión de los sumerios con el comienzo del Año Nuevo en el día exacto del equinoccio de primavera se vio impulsado por la religión.
Nuestro estudio de lo “imposible”, y la búsqueda de una poderosa fuerza motivadora, nos ha traído cuidadosamente de vuelta a lo que todas las civilizaciones antiguas nos dijeron – que eran gobernados por una raza tecnológicamente sofisticada de “Dioses”.
Los sumerios los llamaban por nombres como Anu, Enlil y Enki.
Los egipcios los llamaban por nombres como Isis, Osiris y Horus.
Los babilonios se centraron en un solo Dios, Marduk.
Los israelitas dijeron a adorar a un solo Dios, Yahvé.
Los antiguos habitantes de las Américas adoraban a Dioses llamados Quetzalcoatl o Viracocha.
Y en todas estas tierras existían los llamados mitos de la creación de los Dioses creando al hombre y otorgándole la civilización y la ciencia.

domingo, 18 de agosto de 2013

Sobre corruptos chinos.......y españoles


China, posible modelo para España en la lucha contra la corrupción

by maestroviejo

China podría convertirse en un modelo para España en la lucha contra la corrupción. Mientras en España se incrementa la sensación de imperio de la impunidad, en China, ante una percepción similar respecto a la magnitud del fenómeno, parece avanzarse en sentido contrario. El “todo quedará en nada” predomina en España sobre la idea china de que “al que pillan se le acabó la bicoca”. Internet se ha convertido en un referente inexcusable para recuperar la relación dañada entre el poder y la sociedad. Por Xulio Ríos (*).



Nanjing Road, la mayor calle comercial en Shanghai.  Foto: Agnieszka Bojczuk.
¿Acabará siendo China un modelo para España en la lucha contra la corrupción? La pregunta puede no ser “politicamente correcta” y hasta para algunos “escandalosa”, resbaladiza e inductora de equívocos, pero al paso que vamos...
La corrupción es un fenómeno ciertamente grave y muy extendido en China. Una de sus constantes históricas. Esto no es ninguna novedad. En los últimos tiempos, ya durante el mandato de Hu Jintao al frente del PCCh (2002-2012), se multiplicaron los llamamientos y políticas para ponerle freno haciendo depender la supervivencia del Partido del éxito de esta estrategia. No es una exageración. Xi Jinping, su sucesor, le está dando una nueva vuelta de tuerca. No pasa una semana sin que se informe de suspensiones, investigaciones, expulsiones, etc., que afectan a funcionarios de cualquier nivel, tanto local como central, ya sea de la justicia, de la administración, asambleas populares, salud pública, empresas extranjeras, sector privado... incrementándose la transparencia en los casos de mayor impacto social ya sea por iniciativa propia o de las redes sociales.
Las exigencias de reducción en el gasto público (recepciones, vehículos oficiales, banquetes, viajes al extranjero, etc.) asociado a comportamientos indecorosos están al orden del día y pretenden cumplirse con mayor escrupulosidad. Detrás de la orden de paralización de la construcción de nuevos edificios públicos en los próximos cinco años no solo hay un propósito de ahorro sino también el freno al afán de los funcionarios corruptos que estimulan los proyectos para embolsarse las comisiones correspondientes. El combate se extiende a todos los órdenes, ya sea mafias que trafican con bebés, multinacionales farmacéuticas implicadas en sobornos y hasta el propio ejército, a cuya tropa Xi Jinping ha invitado a probar la “ropa vieja” recalentando las sobras del día anterior como menú del día siguiente... ¡bendita sea la frugalidad! Todo esto ha repercutido claramente y en primer lugar en el frenazo del mercado del lujo en sus diversas formas en China, víctima de la nueva austeridad de su principal cliente.
Paradigma de nuevos tiempos
La estrategia se plantea como un impulso que dice no distinguir rangos ni jerarquías para recuperar la confianza de una población distanciada y escéptica que se anhela convertir en aliada para controlar mejor el ejercicio de un poder amenazado de resquebrajamiento. En el horizonte, el proceso público contra Bo Xilai, el dirigente de Chongqing expulsado del PCCh en septiembre del pasado año, que se pretende presentar como paradigma de los nuevos tiempos en que “no hay excepciones ni privilegios” que proporcionen inmunidad. Claro que no puede decirse que todo sea color de rosa. Ni mucho menos. Por el momento, por ejemplo, este borrón y cuenta nueva no parece incluir medidas eficaces de transparencia sobre patrimonios de los dirigentes a todos los niveles o un régimen de incompatibilidades más severo, ni tampoco propuestas sólidas que puedan reforzar la independencia del poder judicial –también en el disparadero-, víctima de las interferencias de otras fuentes de poder y del tráfico de influencias.
Tradicionalmente se han asociado en China la lucha contra la corrupción y las luchas de poder. Los ajustes de cuentas, de naturaleza política, encuentran en la corrupción el bálsamo que diluye las divergencias de otro tipo entre rivales de forma que los intereses de unos y otros grupos encuentran en ella el disimulo de las pugnas que antaño revestían un barniz ideológico. La rentabilidad política de estas operaciones siempre ha sido objeto de escrupuloso cálculo. Por no hablar de las insuficiencias normativas, de la conculcación de principios básicos de lo que conocemos como Estado de derecho, el cuestionamiento activo de la independencia del poder judicial, o la propia aplicación de la pena de muerte, etc. Los contextos sistémicos y socioculturales son diferentes y no cabe abundar en ello.
Se acabó la bicoca
Todo esto es cierto, pero también lo es que mientras en España se incrementa la sensación de imperio de la impunidad, en China, a día de hoy y ante una percepción similar respecto a la magnitud del fenómeno, parece avanzarse en sentido contrario. El “todo quedará en nada” predomina en España sobre la idea china de que “al que pillan se le acabó la bicoca”. Y mientras en China la lucha contra la corrupción es objetivo principal de la agenda política, en España, el gobierno, a la defensiva, solo admite ser objeto de un proceso inquisitorial general, de una campaña de acoso y derribo ante la que no bajará la guardia por “responsabilidad”.
Hay ámbitos en que las diferencias sistémicas requieren matices significativos. La relación-colusión entre el mundo de la política y los negocios es un hecho “normalizado” en China en virtud del liderazgo que el PCCh reivindica sobre la economía, sus principales vectores y empresas, cuya gestión y política de nombramientos se reserva y fiscaliza. En el caso español, su negativa asociación no impide que el fenómeno se haya agravado subrepticiamente y de forma totalmente escandalosa al amparo de los procesos de privatización de las últimas décadas funcionando la puerta giratoria como si de un molino de viento se tratara.
Lo más notorio de la fase actual de la lucha contra la corrupción en China cabe referirlo a dos extremos. Primero, la progresiva domesticación de uno de sus grandes quebraderos de cabeza. Internet (y los medios de comunicación, aunque estos más sometidos al deber de obediencia a las autoridades) se ha convertido en un referente inexcusable para recuperar la relación dañada entre el poder y la sociedad. El sistema disciplinario interno, a traves de la Comisión Central de Control Disciplinario que lidera Wang Qishang, funciona a tiempo completo con el propósito de transmitir la sensación de apuesta decidida por un gobierno limpio.
Internet, la mejor opción
Las medidas se acompañan de una mayor transparencia pública en la gestión de diferentes asuntos que producen malestar inmediato en la ciudadanía, ya nos refiramos a la contaminación o los accidentes, incluidos los laborales (aplicando sanciones inmediatas contra los responsables), o la creación de plataformas contra la difusión de rumores falsos que permite una enorme laxitud en el control de las autoridades. La proyección de la información en las redes y su eco en el ámbito oficial con reacciones rápidas y ejemplarizantes no dejan de generar una moderada simpatía donde antaño imperaba el rechazo ante la celeridad y la discreción con que se intentaban solventar la mayoría de los casos, fuera del escrutinio público para evitar el escándalo.
Los internautas, obrando con motivaciones muy diversas, se han constituido en la mejor fiscalía situando en la picota la arbitrariedad y los abusos de poder, poniendo al descubierto los estrechos vinculos existentes entre los gobiernos, el mundo de los negocios, la justicia -uno de los problemas más espinosos de la política china-, sin que las autoridades se empeñen, por sistema, en su silenciamiento. Esa presión cívica en la red está configurando un nuevo poder que ahora se encara con muestras de otra flexibilidad.

sábado, 17 de agosto de 2013

Sobre viajes en el tiempo


Viajes a Traves del Tiempo

by maestroviejo
Todos tenemos conciencia del paso del tiempo; envejecemos y morimos, y no se puede «atrasar el reloj». Pero encontrarse repentinamente en el pasado o en el futuro constituye una experiencia desconcertante y asombrosamente común...
  
 
Detalle de "La desintegración de la persistencia de la memoria", pintura de Salvador Dalí. La desconcertante escena está adornada con relojes blandos, que en la iconografía daliniana representan la completa inexistencia del tiempo creado por el hombre.
En nuestra vida en este planeta hace falta un acontecimiento importante para despertarnos de nuestro conformismo. Una zona poco analizada de nuestra experiencia es la del tiempo, ya que estamos condicionados desde la cuna hasta la tumba para aceptarlo según ciertas normas: las de la cronología de los relojes.
Desde la infancia, nos enseñan a medir los meses y los años. Se nos enseña a «saber la hora» , lo cual significa el tiempo que mide el reloj más próximo. Aprendemos a interpretar el calendario: éste mes es septiembre, éste es mayo, cuándo empiezan y terminan las estaciones... Pero esta forma de medir el tiempo no es más que un práctico invento humano mediante el cual el hombre primitivo sabía ya cuándo debía alimentar al ganado, plantar las simientes o cosechar. El reloj y el calendario no son más que mecanismos que nos ayudan a ordenar nuestras vidas, a imponer una rutina en el caos. Pero la cronología puede no ser la única forma del tiempo; el cosmos produce, quizá, mecanismos temporales de naturaleza muy distinta.
Es posible que el conflicto entre este tiempo cósmico o universal y la cronología humana sea la causa de los extraordinarios fenómenos denominados «lapsus temporales» o «saltos en el tiempo», en los que dos aspectos o dimensiones de éste parecen funcionar simultáneamente: el sujeto puede hallarse viviendo en el presente y en el pasado (o, en algunos casos, en el presente y en el futuro) al mismo tiempo. La experiencia suele ser, por lo menos, desconcertante, y a veces confusa y alarmante.

El Retorno De Los Monjes

La iglesia de Pyrford (Surrey), donde la señora Turrell-Clarke asistió a unas vísperas del siglo XIII.
Un ejemplo sorprendente de lapsus temporal le ocurrió a la señora Turrell-Clarke, que vivía en Wisley-cum-Pyrford (Surrey, Inglaterra). La señora iba en bicicleta por una moderna carretera rumbo a la iglesia donde se celebraban las vísperas, cuando bruscamente la carretera se transformó en una senda campestre y le pareció que iba a pie. Vio venir hacia ella a un hombre vestido como los campesinos del siglo XIII, que se hizo a un lado para dejarla pasar. En ese momento le pareció que ella llevaba un hábito de monja.
Un mes más tarde, la misma señora estaba en su iglesia parroquial (había pertenecido a la abadía de Newark, y sobrevivido milagrosamente a la disolución de los monasterios) cantando con el coro que entonaba un canto llano. Pero a la mitad del cántico vio, atónita, cómo la iglesia «cambiaba» volviendo a su estado original -piso de tierra batida, altar de piedra, ventanas ojivales- y por el centro del edificio pasó una procesión de monjes con hábitos pardos que entonaban el mismo canto llano que cantaba el coro del siglo XX. En ese momento la señora Turrell-Clarke se dio cuenta de que formaba parte de un pequeño grupo que estaba en el fondo de la iglesia y apenas tomaba parte en las ceremonias.
Algunas veces, los saltos en el tiempo requieren un cierto tipo de contacto físico. El 29 de mayo de 1973 una maestra de Norwich, la señora Anne May, visitaba con su marido el conjunto arqueológico de Clava Cairns (Inverness, Escocia), que consta de tres losas sepulcrales de principios de la edad del Bronce, entre los años 1800 y 1500 a.C. El día era claro, soleado; los pájaros cantaban y la señora May anduvo primero alrededor de las toscas lápidas y después fue hacia el círculo de monolitos que las rodean. Finalmente, se apoyó sobre una de las losas y cerró los ojos un momento, intentando lo que los yoguis llaman «perder un segundo» (un momento totalmente en blanco). Cuando volvió a abrirlos vio a un grupo de hombres que llevaban túnicas peludas y pantalones constituidos por tiras de cuero cruzadas. Avanzaban lentamente, y parecían arrastrar uno de los grandes monolitos sobre el terreno. Notó, en particular, que llevaban cabellos oscuros y muy largos. Esta curiosa visión pudo haber durado más si no hubiese llegado un grupo de turistas. Inmediatamente, la señora May volvió al siglo XX.
Este es un ejemplo muy claro de lo que parece suceder en los saltos temporales. El sujeto estaba interesado por lo que le rodeaba, pero no concentrado en ello; el salto ocurrió en un lugar y un momento precisos -cuando su cuerpo tocó el monolito-, y la transición del presente al pasado fue tan instantánea como su inversión.

Saltos Al Futuro

Tessa G. tuvo una dramática «audición» procedente del futuro al visitar la Torre de Londres. Se trataba de gritos de niños aterrorizados; el 17 de julio de 1974 -cuatro meses despuésuna bomba explotó en el mismo lugar hiriendo a 33 personas, muchas de ellas niños. 
Los saltos al tiempo futuro parecen ser casi tan frecuentes como los que se refieren al pasado; la diferencia es que quienes los experimentan suelen quedar mucho más aterrorizados.
Estas experiencias de precognición parecen entrar dentro de dos categorías: precognición mientras se está despierto y precognición en sueños. La segunda puede incluir también sueños repetidos premonitorios, pero son más comunes los sueños aislados. El tema puede ser de naturaleza trivial o trágica. Curiosamente; los acontecimientos dramáticos de la vida parecen no tener prioridad: se dan en aproximadamente la misma proporción que los demás.
Es bastante común que en los sueños aparezcan lugares concretos desconocidos para el que sueña. El individuo puede encontrarse con la misma escena más tarde, y en consecuencia el sueño será considerado como una precognición. Sin embargo, puede no ser éste el caso. Parece ser que la mente a menudo registra información subconscientemente, a través de escenas que se ven en la vida real y que más tarde son olvidadas excepto en los sueños. Luego, cuando el lugar verdadero aparece en la vida real, se cree que ha sido anunciado de una forma precognitiva a través del sueño.
La incidencia que tienen los sueños premonitorios supera la de la precognición en estado consciente. Ésta es muy común, casi siempre involuntaria, y se da frecuentemente en un corto período de tiempo antes de que se produzca el acontecimiento anunciado. Constituye una predicción más que una premonición, y suele tener por objeto sucesos de escasa importancia. Sin embargo, cuando predicen acontecimientos dramáticos, éstos son precisos e inequívocos. El tiempo transcurrido entre la experiencia de precognición y su cumplimiento suele ser corto, cuestión de horas o días.
Uno de los casos más sorprendentes de precognición de un acontecimiento dramático le ocurrió a la señorita R. H. Hodgskin, de Birmingham (Inglaterra), y a una amiga suya a la que llamaremos Tessa G. El 20 de abril de 1974 las dos estaban pasando el día en Londres y decidieron visitar la Torre. Todo estaba tranquilo y en la «White Tower», que alberga el museo de armas antiguas, sólo había unos cuantos turistas como ellas.
Tras haber pasado un rato contemplando las armas, las dos amigas empezaron a encontrar la atmósfera de los calabozos deprimente, y decidieron volver afuera. Habían subido la mitad de las escaleras cuando Tessa se volvió hacía su amiga y le dijo: «Oigo chillar a unos niños.» La señorita Hodgskin no oyó nada, excepto un ligero murmullo de conversación en la parte de abajo, y así se lo dijo a su amiga. Tessa empezó a inquietarse y elevó el tono de voz. «No -dijo- oigo a unos niños gritar y dar voces.» Su amiga no conseguía oír nada anormal, y cada una de ellas pensó que los sentidos de la otra funcionaban mal. Sin embargo, Tessa G. estaba evidentemente convencida de que había oído los gritos de los niños, y quedó bastante desconcertada. Finalmente, el punto muerto en el que estaban se resolvió saliendo al exterior en busca de una reconfortante taza de té. El asunto fue olvidado por el momento.
Unos pocos meses después, explotó una bomba terrorista en la «White Tower», matando e hiriendo gravemente a una serie de personas, incluidos varios niños.
¿Qué es lo que oyó Tessa? ¿Sonidos de dolor y terror provenientes del sombrío pasado de la Torre de Londres? ¿O la agonía de unos niños que iban a sufrir en aquel mismo lugar unos meses después? Esta segunda explicación parece más probable, aunque no hay ningún medio de confirmar o refutar la cuestión.
La frecuencia de casos de precognición es bastante alta. La predicción tiene una historia casi tan larga como la de la raza humana, y los profetas siempre han tenido cierta fama, aunque, como indica el refrán, «nadie es profeta en su tierra». En realidad. cuando las profecías han sido pesimistas (y exactas) se ha demostrado que ver en el futuro constituye una experiencia peligrosa. Sin embargo, la precognición se sigue produciendo y no parece estar sujeta al control humano. Quizás un día podremos aprender a controlarla.

¿Fenómenos Eléctricos?

Algunos saltos en el tiempo parecen relacionarse con posibles experiencias de reencarnación; otros con lo que se consideraban apariciones de fantasmas; otros con percepciones extrasensoriales. Todos parecen funcionar de forma natural, y. sin embargo la mayoría de la gente los relega al reino de lo «sobrenatural». Pero lo «sobrenatural» en realidad no existe ya que cualquier suceso que tenga lugar en el Universo natural en el que vivimos debe tener orígenes naturales. Si no podemos explicar un fenómeno basándonos en las leves conocidas de la naturaleza, esto quiere decir que nuestra información es incompleta. ¿Quién podía explicar el mecanismo de un eclipse antes de que se conocieran los verdaderos movimientos de los planetas?
Sin embargo, el conocimiento del mecanismo de los saltos en el tiempo todavía se nos escapa; de momento sólo podemos examinar las pruebas y buscar denominadores comunes entre las experiencias vividas hasta ahora -y posiblemente buscar relaciones con las conocidas leves de la física.
Hasta el momento, se han descubierto los siguientes factores comunes:
  1. Un factor inicial que pone en marcha el fenómeno.
  2. Comienzo brusco de la experiencia.
  3. Una sensación de estar viviendo en dos zonas de tiempo a la vez.
  4. Una sensación de sentirse una parte integral de la experiencia o un participante en la acción.
  5. Ausencia de sonido desde el principio al final de la experiencia.
  6. A menudo se menciona la existencia de una marcada diferencia entre las condiciones normales de luz y las que se observan durante la experiencia: se habla frecuentemente de «luz plateada».
Según se ha dicho, parece ser que se producen determinados efectos físicos cuando tienen lugar los viajes por el tiempo; el sujeto ve y oye de una forma anormal, y experimenta una sensación de desorientación o distanciamiento. En algunas ocasiones, la gente ha manifestado haber sentido comezón o náuseas justamente antes de experimentar su viaje por el tiempo; esta reacción es idéntica a la que suelen sentir algunas personas particularmente sensibles ante la inminencia de un terremoto o de una tempestad. (Es interesante señalar que varias de las sensaciones descritas pueden también anunciar la presencia de apariciones o de otros fenómenos paranormales.) Cierta mujer describió «una comezón en los brazos y en las piernas, una sensación de estar "enchufada"». Y puede que no anduviera desencaminada, ya que existen indicios de que en muchas experiencias paranormales interviene cierto tipo de actividad eléctrica.
Un «enchufe» o un contacto con un objeto parece haber sido la causa que provocó la experiencia de Anne May, como si hubiera pulsado un interruptor. Varias personas han utilizado en sus relatos esos mismos términos al describir sus experiencias individuales. Es como si el objeto que inicia el proceso (en el caso de Anne May, la piedra) tuviera en sí mismo el poder de invocar esa confusión.
Efectivamente, si la operación de los viajes en el tiempo se debe a una transmisión de información del pasado o el futuro hacia el presente, esa información debe existir ya en algún sitio. Quizá cada uno de los componentes del mundo en que vivimos está continuamente transmitiendo información acerca de sí mismo (acerca de su forma, color, textura, situación, etc.) por medio de «ondas» todavía desconocidas por la ciencia. Parte de esta información puede ser recibida y absorbida por el material que hay a su alrededor y, cuando las condiciones son propicias, puede ser retransmitida por el receptor.
Cualquier ser humano, situado en la zona donde existe la información y cuyo cerebro esté en ese momento operando en la misma frecuencia, puede registrar una impresión acústica o visual procedente de la «onda» enviada por el primero que hizo la «emisión». Así pues, nosotros mismos en momentos de gran emoción o de tensión podemos estar lanzando al aire señales que serán recibidas dentro de años (o siglos) por alguna persona sensible. La mayoría de las apariciones (aunque quizá no todas) podrían ser atribuidas a este tipo de mecanismo.
Pero, ¿en qué consisten estas misteriosas ondas que tienen el poder de transportar imágenes y sonidos a través del tiempo? No lo sabemos. Sin embargo, es un hecho físico comprobado el que todos los objetos irradian ondas electromagnéticas. Las ondas de la luz, que nos permiten percibir el mundo que nos rodea, son sólo un ejemplo; las ondas de radio, los rayos infrarrojos y ultravioletas, los rayos X y los rayos gamma tienen todos naturaleza electromagnética. La mayoría de estas radiaciones invisibles fueron descubiertas en el siglo pasado; ¿quién puede saber qué tipos de radiaciones están esperando todavía a ser descubiertas?
La fascinante rama de la física llamada mecánica cuántica postula que los electrones en los átomos (y nuestro Universo está construido sobre el átomo) se mueven de acá para allá en el tiempo con idéntica facilidad que en el espacio. Quizá entonces sea posible que la información acerca del futuro penetre en el presente a través de un determinado mecanismo aún desconocido.

El Futuro Está Aquí

El capitán Flowerdew tuvo de niño una curiosa experiencia. Al recoger una piedra rosada de una playa «recordó» una ciudad desierta construida con piedras rosadas, donde «él» había muerto en una batalla hacía siglos. Recordó el nombre de la ciudad cuando vio en un programa de televisión las ruinas de la antigua Petra, en Arabia.
Pero si tal información puede regresar de el futuro, entonces ese futuro debe existir ya en algún sitio y en una determinada forma. Y puede ser también que nosotros mismos -y de hecho todo material compuesto de átomos llevemos con nosotros las semillas de nuestro propio porvenir.
El comportamiento individual de las partículas atómicas es impredecible, pero sí es posible prever cómo actuarán en masa. Dicho en otras palabras: todos los acontecimientos parecen estar predeterminados por causa y efecto. Quizás la idea del destino surgió a partir de un conocimiento instintivo de este hecho: de que somos lo que somos y hacemos lo que hacemos porque estamos formados genéticamente de una determinada manera.
Si esto fuera siempre cierto, nosotros y toda la historia humana estaríamos en realidad predestinados, y nuestro futuro ya establecido de forma ineludible. Sin embargo, parece ser que en cierto modo tenemos la facultad de alterarlo -al menos en algunas ocasiones- ejerciendo nuestra propia voluntad.
Por lo tanto, cuando tenemos experiencias de precognición en sueños o despiertos, puede que estemos recibiendo de una materia que ya existe (personas, animales, edificios, etc.) información acerca de su propio desarrollo futuro. Es probable que tal información, a corto plazo, resulte ser verdad, aunque no a largo plazo, ya que al transcurrir un período más largo de tiempo existen mayores posibilidades de que la voluntad humana intervenga en el proceso de causalidad.
Sin embargo, hay que decir que estos casos no son muy corrientes. Los viajes al pasado no siempre pueden ser debidos a las «grabaciones» de acontecimientos pasados, aunque sin duda este mecanismo es el que explica un gran número de casos. Varias personas han afirmado haberse visto envueltas activamente en acontecimientos históricos. Mientras la señora D. Dove se encontraba paseando cerca de Bootham Bar, en York, se vio de repente transportada al pasado cuando un rayo de sol golpeó un escudo de armas colocado en la entrada medieval de la ciudad. Su conciencia del presente desapareció de pronto y se vio envuelta en una escena medieval: vio una gran multitud y un grupo de hombres montados a caballo que despejaban el camino para dejar paso al importante personaje que les seguía. Entonces el sol sé escondió, y la brillante escena desapareció. ¿Sería posible que la misma puerta hubiera «grabado» esta escena de su propio pasado y que las especiales condiciones de luz provocadas por el repentino destello hubieran puesto en marcha el play-back? Si esto fuera así, ¿por qué la puerta «escogió» esta escena entre los millones de acontecimientos que tenía grabados? Y, ¿por qué la escena no fue presenciada y confirmada por el resto de las personas que estaban presentes en el York del siglo XX? ¿Contenía acaso esa escena en concreto una especial significación para la señora Dove, por ejemplo el recuerdo espontáneo de una vida pasada?

Sintonizar Con El Tiempo

El cerebro humano funciona eléctricamente; existen diferencias entre un cerebro y otro, y no todos operan exactamente con las mismas frecuencias. Es posible que las personas especialmente sensibles a los fenómenos psiquícos sintonicen con ondas del pasado o del futuro debido a una mera casualidad, simplemente por el hecho de que la actividad de su propio cerebro se halla en la frecuencia correcta en el momento preciso.
También es cierto que muchas experiencias extrañas relacionadas con el tiempo pueden ser debidas a alucinaciones. El sistema de memoria del cerebro todavía no se conoce por completo, y la mente subconsciente ha resultado ser muy compleja; los sueños y la hipnosis revelan un nivel de creatividad inaccesible en la mente consciente. Y también el alcance completo de la herencia genética es todavía un enigma. Sin embargo, cuando todas las posibilidades han sido consideradas y eliminadas, permanece un gran número de experiencias inexplicables o sólo explicables por la hipótesis del campo de fuerza electromagnética que cada ser humano posee, y a través del cual proporciona y recibe información. Si es verdad que el cerebro que recibe datos eléctricos desde fuentes externas es capaz de traducirlos en imágenes y en sonido, entonces sabremos el porqué de muchos de los fenómenos psíquicos, incluidos los saltos en el tiempo.

Dos Visiones Del Tiempo

J. W. Dunne afirmaba en su libro "Un experimento con el tiempo", publicado en los años veinte, que 1a cronología no era la única forma que podía adoptar el tiempo. La mayor parte de sus teorías se basaban en sus propios sueños, que eran con frecuencia precognitivos: Dunne terminó por darse cuenta de que eran una mezcla de presente, pasado y futuro.
Aunque comprendió que había hecho un importante descubrimiento, cometió el error de creer que su experiencia era única. Y aunque captó el concepto de la precognición, no logró entenderlo, y concibió una idea del tiempo como dimensión cuyo desarrollo conducía a un callejón sin salida.
Pero fueron los trabajos de Dunne los que inspiraron a otro gran investigador del tiempo del siglo XX, el escritor J. B. Priestley, cuyo interés por el tema se refleja en sus obras teatrales (Esquina peligrosa, La herida del tiempo, Llama un inspector, etc.). Priestley consideraba el tiempo como un proceso dividido en tres segmentos: tiempo Uno, el tiempo del reloj; tiempo Dos, el tiempo del futuro posible; tiempo Tres, el tiempo de la imaginación creadora. Su ensayo El hombre y el tiempo contiene fascinantes intuiciones acerca de la posible naturaleza del tiempo. Afirmaba que el tiempo cronológico es sólo una invención para explicar la forma en que los acontecimientos se suceden; o sea: es únicamente un concepto dependiente de la idea de causalidad. Y si, como sugirió C. G. Jung, la acausalidad es uno de los principios rectores del Universo, no hay razón para que el tiempo no haga todos los trucos que le dé la gana...