Leído en el blog de Ricardo Salvador
En España para ser político se necesita, como en la Bamba, “una poca de gracia (muy poquita) y otra cosita, ay arriba, y arriba…”
Nada más, porque el político de nuestra tierra, aparte de recaer sobre él mil y una sospechas, no tiene (por no tener podríamos decir que no tiene nada), decencia, ética, moral, vergüenza ni educacion. De hecho ya le es suficiente con saber apretar un botón, el del sí o el del no en cualquier congreso nacional o regional o sea cual se al ayuntamiento donde haya sido elegida su lista, no el político, sino la lista cerrada que integra. Pero la inteligencia de esta casta afortunada es tan escasa que en ocasiones, que no son pocas, hasta se equivocan al momento de apretar el botón, porque confunden el rojo con el verde o, en su analfabetismo funcional, el SI con el NO.
Sin embargo, también hay cosas que a nuestros nativos políticos les sobra. Una de ellas es la verborrea… Pero es una verborrea barata, simplona, aldeana. Mas, no es lo único. También cuentan con un exceso de demagogia primaria y unos morros que se los pisan.
Y claro, como no tienen o les sobran muchas cualidades y defectos respectivamente, tampoco saben comportarse y la imagen de un político español es la de un paleto venido a más. Si no me lo creéis, fijaos en sus poses o en sus expresiones, que rozan la cutrería más básica.
Entre estos seres tan elementales y primariios, elevados a los más altos cargos regionales o nacionales por la ignominiosa inmadurez política hispana, podemos destacar a Zapatero, a Rajoy o a Artur Mas… Tan es así lo que digo que estoy seguro que si a cualquiera de ellos le enviásemos a gobernar a la Muy Noble y Digna República de San Eleuterio Ermitaño Mártir, nos los meterían en un contenedor y nos lo enviarían de regreso.
Dicho esto creo que nadie volverá a preguntarme por qué España está como está.
Y una advertencia. Si al leer esta nota en Hispanoamérica encontráis alguna coincidencia con los políticos de vuestra tierra, no es ninguna coincidencia. Mirad que la mayoría son descendientes de españoles.
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